
La evolución del hombre es el pachinko.
En un bar oculto de Corrientes,
dos máquinas pachinko aguardan
con la paciencia del fin del mundo
a un jugador inadvertido
que ponga la primera moneda.
El pachinko hará de tu mente un desperdicio.
Nada importan el petroleo,
las carrocerias oxidadas,
la Biblia del Becerro de Oro.
Lo último en tecnologías apocalípticas
es el pachinko.