Tragos largos y mentiras cortas

Mama Noel tiene un regalo para las chicas que se portaron bien. Por las chimeneas caen certificados de obediencia y buena conducta. Si no estuviera atada a esta silla correría hasta tus piernas para pintarlas de lengua.

lunes, septiembre 18, 2006

a.
Desde que me hice una lectura de palma por internet
tengo en la mano un zarpullido horrible;
calculo que el destino esta en desacuerdo
con esos metodos sencillos y sinteticos
de explicar aquello que se supone inescrutable.
Por este medio le aviso que ya entendi:
no volvere a desestimar
el alcance de sus caprichos.

Los dioses son niños
y cuando mas nos parecemos a ellos
es cuando acabamos de nacer.

Luego se dibuja en nuestra palma
un destino que espera
como padre ansioso
a ver si haremos caso
de aquel designio
indiferente al bien y a el mal,
carente de herramientas
como el premio y el castigo
(contrario a lo que
el sentido comun indica)
para asegurarse un resultado:
(el destino) solo espera
recoger el fruto
de sus propias predicciones;
no conoce el festejo
porque nunca equivoco un resultado.

b.
El pronostico meteorologico
miente estrategias
con las que se supone
estudia el clima.
En verdad es un perro pequeño
y malcriado
el que anuncia:
hoy llueve.
Y depende del humor del perro
(por lo menos asi explican
sus desaciertos los cientificos)
la veracidad de las sentencias
que este comunica
mediante una interfaz grafica,
diseñada por otro perro becado
en la universidad de Bologna.

Como sistema de control
(es impotante saber
que se puede controlar
lo incontrolable)
hay un tercer perro,
cuya locacion no se difunde
por motivos obvios,
muñido de un control remoto
capaz de terminar con la vida
en nuestro planeta
en caso de que comunistas
o alienigenas
se hagan con el perro
que predice el clima.

Duermo tranquila por saber
de este ultimo perro
que es fanatico de la victoria,
y que para el
accionar el control remoto
significaria admitir el fracaso
de sus dueños
a quienes guarda en alta estima
porque cuando no era
mas que un cachorro
le daban higado picado
con huevo duro
en vez de la porqueria
que suelen comer los perros
(pobre festejo
a la hora de la cena)
y que, en agradecimiento,
el perro capaz de terminar con todo
bonifica a la vida
con el beneficio de la duda.