No quiero dejar todavía,
tengo un pétalo de miel
entre la lengua y el paladar
que dice "Nunca sera de noche
otra vez
esta noche".

Púdranse las polillas,
hagan bolitas de asfixia
en su garganta
mis preciados
algodones
(mi pecado
y mis amores),
no vuelvan a comerse
mis recuerdos.


Hare tapados
con la piel de tus hijos,
adorable desconcieto
madreluz
en mis hombreras;
lastima que no es invierno
y no puedo lucirte
sin acalorarme.

Madreluz,
protege mis cantos...


Tormenta anuncia la calma
y se encueva
a esperar sus predicciones.

(sabores italianos proponen
versos que luego no sabre
interpretar)