Por un defecto de domingo
-(aburrimiento y amantes que se van sin saludar)-
vi la final de "la copa del mundo".
Debo decir antes que nada,
ese arbitro argentino corre para atras
con una gracia divina.
Ginger Rogers parece.
Es muy erotico verlo asi,
caballero esbelto,
dueño de la verdad ultima,
defensor del juicio salomonico,
trotando de a saltitos
sin ver adonde va.
Tambien insisto,
porque no es la primera vez que lo digo:
el juego del futbol
ganaria mucho si los equipos
salieran al estadio desnudos,
pintados del color correspondiente,
con el numero en la espalda,
sobre la piel.
Un jugador de Italia en particular
(al buscar la foto encuentro que se llama "Gattuso")
durante el festejo se muestra sin los shortsitos
reglamentarios (¿reglamentarios?)
-el largo de la remera oculta el hecho
de si tiene o no calzoncillos-
lo que me lleva a imaginar
tiros de esquina
que esperan
montañas de hombres sudorosos,
dispuestos a cualquiera cosa
por controlar el balon.
No limitemos el alcance fisico
de este juego.
La ropa nos recuerda a una etica;
vistamos como animales,
la piel hecha cuero,
y demos rienda suelta
al espiritu competitivo.
Ese es mi pequeño aporte
al futbol internacional
y al deporte, en general.
Lo mismo se aplica al tenis,
volley, rugby, ajedrez
y lucha en barro.


Para terminar,
¿que quieren decir cuando se chupan el dedo?